Yo quiero a mi país
por Connie Eastman
Mi país es mi barrio, mi calle en Acassuso
donde los nazis, los judíos, los austríacos y los ingleses
conviven con alegre desparpajo
Donde las historias quedaron atrás,
los viejos se miran con distancia
y los chicos juegan ajenos a los horrores
que ellos recuerdan.
Las lenguas se mezclan con el castellano, “hide and seek”,
“kome mit mier”, “rauch”, “Ike”.
La gente de mi barrio es muy querida
sale a jugar a la pelota y a andar en bicicleta,
baja las naranjas con paraguas y
cocina en la olla el “marmalade” que perfuma.
El ciruelo de un vecino brinda fruta
para todo el barrio y se comparte.
Las madres de mi barrio son de todos:
Ethel, Nita, Elsa, Gertha y Juanita
Oidos atentos, aliento, consejos y sonrisas abrigadas para los días de frío
Los padres de mi barrio son dos doctores, un ingeniero,
un jubilado, un abogado, un iluso y un borracho.
Se juntan a charlar de futbol los domingos y
uno nos trae desde Tenerife las arias de Caruso en una tarde.
Los vecinos de mi barrio se conocen, olvidan sus diferencias,
abren sus puertas y sus manos para ayudar a los más chicos.
Comparten sus delicias y sus tradiciones y arman, entre todos,
La quiero porque sí, porque la vivo y la viví, porque admiro
a mi gente y sus historias. Porque siempre hay alguien que
me da una mano y comparte conmigo una sonrisa..
¡Gracias, mi Argentina!